Business-Blog

¿Cómo evitar que tu hijo sufra un pico de enfermedades respiratorias en temporada de lluvias en la escuela?

La temporada de lluvias trae consigo un aumento en los casos de enfermedades respiratorias, especialmente en los niños menores de 5 años. Durante este periodo, las condiciones de humedad y las bajas temperaturas favorecen la proliferación de virus y bacterias, lo que hace que los más pequeños sean más vulnerables.

Las infecciones respiratorias son aquellas que afectan las vías respiratorias y los pulmones, y pueden ser causadas tanto por virus como por bacterias. Durante la temporada de lluvias, estas enfermedades se convierten en una de las principales causas de consulta médica en niños menores de cinco años. Se clasifican en infecciones respiratorias altas y bajas, dependiendo de la zona que afecten.

Rinofaringitis o gripe común: Esta enfermedad se caracteriza por la inflamación de la mucosa nasal y la faringe. Los síntomas más frecuentes incluyen dolor de cabeza, estornudos, tos, fiebre y escalofríos. Es una de las afecciones más comunes que afectan a los niños durante los cambios de clima.
Faringoamigdalitis aguda: Al igual que el resfriado común, esta infección causa inflamación en la faringe, lo que puede alterar la voz y dificultar el habla. Además, se presenta con tos y dolor de garganta.

Si no se tratan adecuadamente, estas enfermedades pueden desencadenar complicaciones como otitis o sinusitis, infecciones más graves que afectan el oído o los senos nasales.

¿Qué causa las infecciones respiratorias?

Las infecciones respiratorias en los niños son comúnmente causadas por virus, aunque también pueden ser bacterianas. Entre los virus que más frecuentemente afectan a los niños se encuentran el adenovirus, el virus sincitial respiratorio, la influenza, el rinovirus, el metapneumovirus y el coronavirus. Estos virus se transmiten principalmente a través de las gotitas expulsadas al hablar, toser o estornudar, y por el contacto cercano con personas infectadas.

Se destaca que las infecciones virales son las más comunes en los niños, lo que hace que prevenirlas sea más complejo. Sin embargo, existen señales claras que los padres deben observar para identificar cuándo un niño necesita atención médica inmediata.

¿Cuándo es necesario ir al médico?

Es importante estar atentos a ciertos síntomas que pueden indicar que la infección respiratoria está empeorando o que el niño está desarrollando complicaciones graves. Los signos de alarma incluyen:

Respiración más rápida o dificultosa.
Hundimiento de las costillas al respirar.
Aleteo nasal evidente al respirar.
Coloración violácea alrededor de los labios.
Fiebre alta persistente que no cede con medicamentos.
Síntomas que duran más de 48 o 72 horas.
Somnolencia excesiva o dificultad para despertarse.
Falta de apetito y rechazo a líquidos o leche materna.

Prevención: Claves para reducir los contagios

Aunque es difícil evitar por completo que los niños se contagien de enfermedades respiratorias, existen varias medidas preventivas que pueden reducir significativamente la probabilidad de contagio y proteger a los más pequeños:

Mantener buenos hábitos de higiene: Es fundamental que tanto los padres como los cuidadores se laven las manos con agua y jabón antes de dar de lactar, alimentar o administrar medicamentos a los niños. Esta es una de las formas más efectivas de evitar el contagio de virus y bacterias.
Actualizar las vacunas: Asegurarse de que el niño tenga el esquema de vacunación completo y al día es crucial. La vacuna contra la influenza estacional debe administrarse anualmente después del primer año de vida, preferentemente en el primer semestre del año.
Evitar la exposición al humo del tabaco: El humo de cigarro es un factor de riesgo importante para desarrollar enfermedades respiratorias y complicaciones graves. Los padres deben evitar que sus hijos estén en contacto con fumadores.
Lactancia materna exclusiva: En bebés menores de 6 meses, la lactancia materna exclusiva es un factor protector muy potente contra las enfermedades respiratorias, ya que proporciona anticuerpos y fortalece el sistema inmunológico.
Alimentación balanceada: A partir de los 6 meses, es importante ofrecer al niño una dieta variada que incluya frutas, verduras y proteínas, junto con leche materna. Estos nutrientes y vitaminas son esenciales para fortalecer el sistema inmunológico y reducir la frecuencia de enfermedades respiratorias.

Además, estar atentos a los síntomas y saber cuándo consultar al médico es fundamental para evitar complicaciones graves y garantizar una recuperación rápida y segura.

R E G R E S O A C L A S E S

Cargando