
Ayudando a los niños a superar las primeras lágrimas en la escuela
El primer día de escuela es un hito en la vida de cualquier niño. Mientras algunos llegan con una sonrisa llena de emoción, otros no pueden evitar derramar lágrimas al despedirse de sus padres. Para muchos, ver a su hijo llorar al comenzar esta nueva etapa puede resultar doloroso y angustiante.
¿Por qué algunos niños lloran más que otros? Múltiples factores influyen en la manera en que afrontan el primer día de escuela. Los padres pueden sentirse confundidos al notar que su hijo llora, mientras que otros parecen adaptarse rápidamente. Sin embargo, las lágrimas no significan que el niño no esté preparado, sino que algunos enfrentan mayores dificultades para adaptarse a los cambios.
Factores como la edad –especialmente entre los 7 y 12 meses, cuando se vive la “angustia de separación”–, la personalidad y el vínculo afectivo con los padres juegan un papel importante. Los niños extrovertidos pueden emocionarse al interactuar, mientras que los introvertidos se sienten abrumados en entornos nuevos.
Además, la capacidad de adaptación varía: algunos requieren más tiempo, especialmente si han sido sobreprotegidos o tienen dificultades para acostumbrarse a nuevos lugares.
Consejos para ayudar a tu hijo a adaptarse al colegio
La adaptación escolar es un proceso gradual. Aunque al principio pueda parecer desafiante, la mayoría de los niños se ajustan en pocos días. En ocasiones, si la adaptación es más lenta, la ayuda de un profesional, como un psicólogo infantil, puede ofrecer estrategias adicionales.
Recuerda que cada niño es único y su ritmo de adaptación varía. Con el apoyo adecuado en casa y en la escuela, tu hijo pronto aprenderá a disfrutar de esta nueva etapa, a hacer amigos y a enfrentar con valentía los retos que le esperan.